17 de agosto de 2011

Tears running for your eyes.

Es curioso cómo pasan las cosas. Un día puedes estar en la cima del mundo, y al siguiente caer al fondo del precipicio. Puedes encontrarte con que todo en lo que un día creíste no eran más que mentiras, mentiras que hacían que cada día tu corazón se ensanchara un poco más. Entonces, decides que jamás volverás a abrirte a nadie, que nunca más permitirás que una persona llegue tan dentro de ti, conociendo cada detalle, cada sonrisa, cada sentimiento sólo con mirarte a los ojos fijamente.
Así, sin más, va pasando el tiempo en tu vida. Ves trenes y trenes pasar por delante de ti, pero ya no coges ninguno, ya no aventuras, por miedo a volver a perder lo poco que te queda. Te mantienes así, lamentándote de lo que un día quizá no supiste amar lo suficiente, o amaste en exceso.
Entonces, cuando ya lo dabas todo por perdido, aparece. Al principio lo miras, sin saber muy bien qué hacer, pues las sensaciones que estás empezando a experimentar llevaban mucho tiempo dormidas dentro de ti misma, escondidas en algún rincón de tu corazón temerosas de volver a sufrir otra pérdida irreparable. Pero poco a poco te das cuenta, de que no podía ser otro que él, de que es el único que te entiende cuando nadie lo hace, el único que sabe sacarte una sonrisa cuando nadie puede, por mucho que lo intenten. Él, y solamente él sabe hacer que no te sientas sola en el mundo, sabe guiarte en medio de las tormentas que asolan tu vida a diario, sabe darte la fuerza y la esperanza necesarias para avanzar, para seguir adelante en ese camino que llaman vida. El solo pensamiento de perderlo hace que se activen todas y cada una de tus terminaciones nerviosas hasta el punto de que tu respiración se pare y te sientas morir. Le necesitas, no sabes cómo ni por qué, pero sabes que sin él tu vida no tiene sentido, que desde que apareció es como si un meteorito hubiera cruzado tu cielo, y que si se va, el meteorito se apagará y quedarás deslumbrada por su luz y sin poder a ver nunca más.
¿Es amor? ¿Es obsesión? Quizás tenga ambas partes, pero si algo sabes con seguridad, es que no lo dejarás escapar, no otra vez, no ahora.