31 de mayo de 2012

Yo que encontré mi lugar en el color de tus ojos :)

A veces te sientes perdida, enterrada y desolada dentro del mundo. A veces crees que la vida se ha acabado para ti, que ya no tienes fuerzas para levantarte, para seguir caminando, para seguir yendo hacia delante.
Entonces aparece ella. Y te ayuda, te ayuda siempre, y te saca esa sonrisaza que tiene, que hace que te sea imposible no sonreír también.
Ella, a la que siempre has tenido, en los buenos momentos y en los no tan buenos.
Yo, que te he visto llorar, que te he consolado cuando nadie lo hacía, que he confiado en ti cuando todo parecía ir en tu contra. Tú, que nunca has dudado en preguntarme si me veías mal, si parecía que no era feliz. Que me comprendes, que sabes por lo que he pasado, porque tú has pasado por casi lo mismo.
No sé cómo agradecerte todo lo que haces por mí día a día, todo el amor que me demuestras, todo lo que confías en mí, sin pedir nada a cambio nunca. Eres de esas que sabes que nunca te va a fallar, pase lo que pase. Y aunque hayamos tenido nuestros más y nuestros menos, sabemos que siempre los más los superan.
Sigue siendo ese angelito de ojos verdiazules, de carácter bipolar y aspecto de niña buena, y te prometo que yo seguiré siendo y estando siempre para ti, para que me aguantes, para aguantarte, para darlo todo y no pedir nada.
Te diría que te quiero mucho muchísimo, pero creo que eso se queda corto para definir lo que eres en mi vida.
Sweet sixteen, Marina :)

27 de mayo de 2012

Echar de menos, ese término tan abstracto.

No sé si será porque he escuchado una canción que hace mucho que no escuchaba, o simplemente porque ya tocaba. No sé si es porque me odio a mí misma, porque me gusta hacerme sufrir acordándome de todo, o simplemente porque es un camino, como tantos me dijeron, inevitable. Es como si por más que quisiera desviarme de la trayectoria, cualquier atajo me haga volver de nuevo al punto de partida. Es como si fuera mi único destino. Pero, dime, ¿Lo es? ¿De verdad?
A veces me gustaría tener un diario de lo que va a pasar en mi vida, así a lo mejor no me empeñaría tanto en intentar cambiarla y solo dejaría que la corriente me meciera lentamente hasta donde debo ir.
He soñado tantas veces que tú eras mi destino, que a veces lo confundo con la propia realidad. He imaginado mil maneras diferentes de volver a quererte y hacer como si no hubiera pasado nada; volveríamos a ser felices, como algún día lo fuimos.
¿Y sabes qué es lo que más me fastidia? Que parecemos tener un imán. Parecemos pensar a la vez lo mismo, y estoy cansada. Cansada de que lo que pensamos se quede en eso, pensamientos.
Demasiado cobardes para admitir lo que todo el mundo grita a nuestros oídos. Demasiado cobardes para dar la cara y admitir lo que ambos sentimos.
No podría definirlo de otra forma.


10 de mayo de 2012

Pase lo que pase.

No me canso de decir lo injusta que es la vida. Los hay tan felices, gente que lo tiene todo con chasquear los dedos... mientras otros viven la más desafortunada de las vidas. Supongo que es verdad que hay gente que nace con estrella y otros que nacemos estrellados. Y sí, me incluyo porque no sé qué me pasa últimamente, pero no doy una. O me equivoco, o creo que lo correcto es lo incorrecto en realidad. Supongo que es una racha, que todo acabará pasando, y algún día mejorará esta situación. Pero también sé que llevo así mucho, quizá demasiado tiempo, que cada día me levanto pensando que la calma llegará para apaciguar la tormenta que es mi vida, pero nunca llega. Y sí, por qué no, admito que tengo celos de toda esa gente a la que le va mejor que a mí en todos los aspectos. ¿Por qué a mí no, por qué no puedo olvidar tan rápido como ellos? Es algo que siempre me he preguntado, ¿Cuándo es el momento oportuno para olvidar a una persona, cuándo puedes dejar de quererle, y poder pensar en otros?
Está claro que para algunos la respuesta es muy simple: cuanto antes busques a otro, mejor te irá. Entonces, ¿Por qué yo no puedo? ¿Por qué me sigue jodiendo a más no poder y siento que ha pasado poco tiempo cuando en realidad fue hace una eternidad? ¿Por qué me persigue?
Dicen que el corazón aprende a olvidar, pero no aprende a dejar de querer. Que una vez que una persona entra en él ya no volverá a salir, aunque tú lo creas así. Que nos podemos acostumbrar a todo, a estar sin ella, a aprender a sonreír sin que ella sea el motivo. Pero no es lo mismo. Ya nunca es lo mismo.

5 de mayo de 2012

Que nos irá de muerte ;)

Respiras hondo, lo más fuerte que tus pulmones te lo permiten y abres los ojos. La luz te daña, te hace querer volver a cerrarlos, pero no puedes, ya no. Y es que hay veces que sería mejor cerrar los ojos al mundo que te rodea, poder olvidar todo eso que te entristece todos los días, todos los malos recuerdos, y los no tan malos, que son siempre los peores.
Pero ya no puedes cambiar nada. Y no queda otra que seguir hacia delante. Pero no quieres, y cada día se te hace más cuesta arriba. Hasta que llegas a un punto en el que no puedes, en el que te dejas caer hacia atrás, volviendo al fondo del precipicio, sin remedio.
Y justo en ese momento aparecen. Te abren los ojos, te agarran fuerte, espalda con espalda, te levantan y vuelven a tirar de ti hacia arriba. Poco a poco, sin pausa pero sin prisa, cayéndoos, pero juntas. Las que en los peores momentos no te dejan abandonar, las que no te dejarán tirada en medio de la cuesta de tu vida, las que te secarán las lágrimas con sus manos llenas de las suyas propias. Las que están ahí en las mejores noches, pero también en las peores, en las que todas acabábamos sin querer levantarnos al día siguiente. Las únicas que pueden reírse de ti sin que te enfades, con las que pasas noches para el olvido y noches que nunca se olvidarán.
Ya lo veis, no siempre nos va bien, podemos ahogarnos en un vaso de agua o navegar contra viento y marea en un barco de papel. La pena nos hunde demasiadas veces, pero la risa nos saca a flote segundo tras segundo.
Sabéis que no suelo mentir, pero siempre que lo hice fue por veros sonreír (:

1 de mayo de 2012

Por haber escuchado tu voz...

Pensando y pensando he llegado a la conclusión de que esperamos algo que nunca llegará. Esperamos la perfección, alguien que sepa todos y cada uno de nuestros defectos, pero que aún así nos quiera. No nos damos cuenta de que esa persona en realidad no existe. De que nadie llegará a conocernos nunca como nosotros mismos nos conocemos. Que la perfección no existe, y a lo mejor sólo perseguimos eso porque no queremos ver que lo que de verdad necesitamos es mucho más fácil de lo que lo queremos hacer. Quizá siempre ha estado ahí, esperándonos, sin ser importante al principio ni siquiera.
Nos empeñamos en buscar algo fuera de nuestro entorno, día tras día arriesgando a conocer a más y más gente nueva, pero ¿Qué saben ellos de nosotros? Y así, sin más, vamos labrando un futuro, lleno de errores, de cosas que cambiaríamos, de decisiones mal tomadas, de miles y miles de momentos en que deseamos regresar al pasado para cambiar algo, sin éxito. ¿Es ese el verdadero camino? ¿Arrepentirnos todos los días del pasado, y no mirar más allá de él, sin darnos cuenta de que el presente está aquí, esperando a que lo escribamos?
Quizá, irremediablemente, la especie humana está condenada a tropezarse un millón de veces con la misma piedra. Probablemente necesitemos eso para darnos cuenta de que esa piedra será lo más importante de nuestra vida.