30 de julio de 2012

Settle down with me.

He llegado a una conclusión. Quizá no sea la mejor, ni la que había esperado encontrar, pero creo que nunca había tenido los ojos tan abiertos como ahora.
Veo todo lo que pasa a mi alrededor, me doy cuenta de todas las mentiras, todo el odio, todo el rencor que se esconde tras los ojos de todo el mundo. Sonrisas irónicas que intentan ocultar las verdaderas intenciones.
En realidad no sé si he hecho bien en abrir los ojos. Quizá ahora que sé todo esto, nunca pueda mirar a nadie de la misma forma en que lo hacía antes. Porque en realidad, antes pensaba que tenía que haber alguien que mereciera la pena. Alguien a quien mirar a los ojos y pensar: "en ti se puede confiar". ¿Pero ahora? ¿Quién puede garantizarme que no será como todos, un ser desgraciado y absurdo en un mundo en el que nadie le ayudará sin esperar algo a cambio?
Es triste y cruel, pero es real. Mi desconfianza hacia todos y hacia todo es mayor cada día que pasa, y se hace más fuerte con cada acto de desprecio que hacéis.
Luego nos podremos quejar del gran número de terroristas, de gente perversa, asesinos en serie, violadores, drogadictos, alcohólicos, putas, chulos...
¿No os dais cuenta de que en realidad los hemos creado nosotros mismos? Nuestro egoísmo e hipocresía, nuestra sociedad rota por la mitad.
Mi fe disminuye día a día... y no encuentro a nadie que pueda devolvérmela...
No sin pedir nada a cambio.