19 de abril de 2013

El pasado es como un día malo

Últimamente me siento decepcionada. Decepcionada con todo y con todos. Puede que me tomara esta vida con demasiado optimismo, que lo viera todo más de color de rosa que del color del que realmente es.
Me siento como si hubiera estado años y años sumergida bajo una piscina de agua tibia, sin preocupaciones, viéndolo todo con poca claridad, como si las cosas pasaran sin más, y no pudiera hacer nada para cambiarlas, como si todo diese un poco igual.
Pero ahora esa piscina ha desaparecido. Y aquí estoy, en la superficie, intentando volver a meter aire dentro de los pulmones, intentando acostumbrarme a ver las cosas con esta pasmosa claridad, con esta cegadora luz que lo inunda todo a mi alrededor.
Sé de sobra que desde este momento nada ni nadie volverá a ser lo mismo para mí. Ya no puedo mirarlos con los mismos ojos. Y duele, probablemente más a mí que a ellos, ignorantes de todo lo que me está pasando, de todo lo que se me viene a la cabeza últimamente.
Duele no poderles mirar de la forma en que lo hacía hace una, dos semanas. Para mí son como extraños, no los conozco, y no sé si quiero volver a conocerlos. Los miro desde fuera, desde una realidad que parece que ya no es la mía, y me doy cuenta de sus acciones, de todo lo que dicen, y me da... algo de asco, siendo sinceros. ¿Son estas las personas con las que yo quería construir un futuro? ¿En qué momento de mi existencia se me ocurrió siquiera pensar en ellas?
Son preguntas que no dejo de hacerme los últimos días. Y, cómo no, no encuentro respuesta posible. Sólo un cúmulo de pensamientos que no me ayudan en absoluto, que me obligan a alejarme más y más cada día, que me dejan más sola de lo que ya estoy.
Necesito un cambio de aires, encontrar una nueva perspectiva con la que ver todo esto. Otra opinión a todo lo que está pasando con mi vida, algo que me haga volver a acostumbrarme a todo esto.
Y probablemente la mejor solución sea alejarme una temporada de lo conocido. Sumergirme en aquello que aún no conozco, explorar nuevos mundos, lejos de este, lejos del mío.
O de lo que consideraba antes como "mío".