13 de marzo de 2015

You know our love would be tragic

Hoy quiero escribir. No por ti, ni por mí, ni siquiera por nosotros.

Quiero escribir porque de verdad me gustaría expresar lo que siento de alguna forma. Me reprimo, intento que las cosas resbalen, que los comentarios no afecten, que los pensamientos se alejen un poco cada día.

Lo cierto es que lo consigo a medias. No voy a mentir, olvidar no es fácil. Y, por suerte o por desgracia, para mí se hace más difícil. Qué gran fortuna los que pueden borrar fácilmente momentos y recuerdos. Yo no puedo.

A quien me dejó marchar un día. A quien yo dejé irse. A los que nunca llegaron a llegar y a los que se fueron sin siquiera haber llegado. Las gracias por haberme construido un día sobran. Los perdones por todo el daño causado nunca fueron recibidos. Y echar de menos se ha convertido en una costumbre demasiado fea.

Ojalá dejara de sonar en el aleatorio todo el rato aquella canción. Ojalá pudiera olvidar los sitios de esta maldita ciudad que me traen recuerdos. Ojalá pudiera borrar recuerdos como quien borra lápiz de un cuaderno. Ojalá.

Y ojalá tú te acordaras de esa canción, recordaras los sitios, recuperaras recuerdos.

Nunca tuve mejor forma de expresarme que estas líneas. Nunca me hizo falta más.

Y así me fue.