28 de marzo de 2012

Y siempre igual.

No lo entiendes, no lo entienden. Quién iba a poder comprender lo que es echar de menos una sensación. Desear todos los días levantarte con ese cosquilleo de pies a cabeza, ese tan intenso que sólo sentía contigo.
La gente normal se conforma con los besos sin sentimiento, con poder decir que tienen "algo" con alguien. Pero, ¿Y qué es ese algo? ¿Qué tiene de especial? ¿Hasta qué punto consigue hacerte feliz?
Nunca he logrado entender quién fue el que estableció que lo más importante de una relación fuera el placer carnal. ¿Dónde quedan las sonrisas, las miradas, las palabras? Lo más valioso de cualquier relación, amistosa o amorosa, son los pequeños detalles. Poder levantarte por las mañanas sabiendo que tienes alguien en quien apoyarte si te pasa algo. Alguien que tienes la certeza de que no se irá cuando haya sacado todo lo que quiere de ti. Alguien con quien puedas divertirte aunque no estés besándolo, que te haga reír y sepa cómo hacerte llorar de felicidad.
¿De verdad creéis que un lío o un polvo puede sustituir todo eso? Presumís de que queréis alguien especial, alguien a quien podáis llamar "novio". ¿De veras es eso lo que buscáis? Porque yo creo que no. Si quisierais de verdad a alguien, os daría igual la denominación, o la fecha.
La verdadera definición de amor se pierde cada día más... mientras tanto, yo seguiré buscando ese alguien que esté dispuesto a encontrarla conmigo.

18 de marzo de 2012

Forever? And ever.

Siempre había creído que quería un príncipe de esos de cuento de hadas. De los que te venían a buscar en su corcel blanco y te llevaban lejos de monstruos, siendo siempre fieles y cuidadosos, sin lastimarte nunca, dándotelo todo sin pedir nada a cambio.
Hoy, me he dado cuenta de que a lo mejor la persona que busco tiene que ser la imperfección personalizada. Que nunca venga a buscarme a ningún sitio, que nos encontremos a mitad de camino entre mi mundo y el suyo, que me ayudara a luchar contra los monstruos que asolaran mi vida, pero nunca me lo diera todo hecho, que no me fuera fiel siempre, pero que fuera yo la única que inundara sus sueños, y que las demás solo fueran simples mujeres sin rostro con las que satisfacer sus necesidades. Que me lastimara cuando tuviera que hacerlo, cuando no quedara más remedio, pues prefiero una caída a tiempo que esperar a que sea demasiado tarde.
Alguien que no estuviera siempre conmigo, pero que tuviera un ojo puesto en mí en todo momento, una mirada de reojo, algo que me hiciera darme cuenta de que sigue ahí, de que no se ha ido, de que pase lo que pase y esté donde esté él me seguirá con la mirada.
¿Puedo contar contigo?

13 de marzo de 2012

It's too cold outside for angels to fly...

Aunque me niegue a decirlo, aunque disimule con una sonrisa falsa cada vez que me pregunten, aunque pueda verte por la calle y disimular como si no me temblaran las piernas, TE ECHO DE MENOS.
Y es que, por mucho que siga buscando, sé que no habrá nadie como tú, y me ha dado tiempo de sobra a comprobarlo. He conocido a todo tipo de personas, pero ninguna como tú. Ninguna ha conseguido hacerme sentir como tú me hacías sentir con tan sólo decirme una palabra. Y es que yo valoraba todo lo que me decías, y cada segundo que pasaba a tu lado intentaba quedarme con tu olor, y reconocerlo cada vez que paseara por una calle para saber que habías pasado por ahí.
No he soñado con nadie tantas veces como lo he hecho contigo, y jamás he deseado tanto que todo este tiempo no fuera más que una pesadilla, un mal sueño que pronto se acabaría y me llevaría de vuelta a ti. Que he comprobado que sin ti a mi lado dándome ánimos para ir hacia adelante no soy nadie, que la vida dejó de tener sentido, que te necesito, por mucho que me empeñe en negarlo, por mucho que mire hacia delante, siempre tengo un ojo puesto en ti y sigo esperándote.
Porque eres tú, el único que sabe hacerme única en el mundo, y porque cuando alguien me pregunta que con quién me gustaría estar no puedo evitar pensar en ti y en mí caminando dados de la mano... porque es solo y únicamente contigo con quien quiero compartirlo todo, con quien quiero que no haya secretos...
Que te quiero... y que me muero si no te tengo, aquí, cerca.

9 de marzo de 2012

...

Se levantó de la cama y miró a su alrededor, buscando algo en la oscuridad, quizás sus propias ganas de afrontar el día. Y es que, desde hacía mucho tiempo, tanto que ni siquiera recordaba otra forma de vida, no tenía ilusión por nada. Había perdido la fe por aquello por lo que un día luchó, se había dado por vencida, y había decidido que era mucho mejor estar en lo más hondo y no intentar levantarse, que permanecer en la superficie para luego recibir el duro golpe de la caída.
Cada día se levantaba, sin más motivaciones que las de la rutina en la que estaba sumida su vida. No veía más allá de lo que tenía delante, no soñaba, ya no. Y es que desde que la mayor de sus ilusiones desapareció, ya nada le parece lo suficientemente importante como para esforzarse en conseguirlo. Ya no ve a nadie con los mismos ojos. Ya no ha vuelto a sentir que el estómago le daba un vuelco al pensar en alguien.
Y tampoco se ha preocupado por buscarlo, para qué mentir. Tiene tanto miedo de que alguien se lo haga pasar tan mal como lo pasó, que no se esfuerza en ver a otra persona de la misma forma en que lo veía a él. Simplemente camina por la calle sin rumbo fijo, deseando en teoría encontrar a alguien, pero sin buscarlo en realidad.
¿Dónde está él? ¿Por qué se fue? ¿Cuándo le fallé? Son las preguntas que se hace cada día, preguntas sin respuesta que la atormentan, que hacen que su vida no pueda fluir, que no pueda ser feliz.
A veces, tan sólo quiere que se la trague la tierra, que se acabe todo ese dolor que no abandona su alma desde hace demasiado tiempo... a veces sólo quiere que todo no hubiera pasado nunca.

5 de marzo de 2012

Freedom.

Llega un día en que abres los ojos al mundo, y te ves así, justo como querías verte hace mucho tiempo. Te sientes libre, libre para hacer lo que quieras, para estar con quien quieras, para besar a quien te dé la gana. Quieres comerte el mundo, y sientes que no hay nadie que pueda impedírtelo, por mucho que quieran. Quizás no es felicidad lo que sientes, pero por primera vez en mucho tiempo experimentas algo que llevabas demasiado tiempo sin sentir: que puedes hacer lo que te apetezca, y nadie puede negártelo, porque no le debes cuentas a nadie.
¿A qué esperas? El mundo te está esperando ahí fuera, está esperando que lo descubras tú sola, que te lo comas a mordiscos, y está ahí para ti, para nadie más.