25 de enero de 2012

Quiero beber hasta perder el control.

Quisiera explicar todo lo que siento por ti ahora mismo. Pero no puedo, es demasiado grande, demasiado puro, demasiado intenso como para poder plasmarlo en cuatro líneas, y no soy tan buena escritora.
Es esa sensación de que todo te va de maravilla, de que podría caer una bomba nuclear, que si yo estuviera junto a ti, nada más importaría.
Sé que nadie lo entiende, pero tampoco es lo que busco. Comprendo que nadie sepa lo que es tener plena y absoluta confianza en ti, saber que puedo contarte cualquier cosa y que nadie se enterará de ella. Poder mirarte y decir que al menos sé lo que es haber estado enamorada, y que es lo mejor del mundo.
Qué bonito es esto, de verdad. Qué pena que la rutina lo estropeara.