4 de febrero de 2012

Tú, y solamente tú.

En estos días de frío es cuando más te echo de menos. Joder, y lo bien que se estaba caminando por la calle dados de la mano, o cuando me abrazabas porque tenía mucho frío y no podía parar de temblar.
¿Sabes qué es lo que quiero? Es que al oír la palabra "amor", me venga la imagen de alguien, de alguien que quiero sea algo, algo grande y puro, alguien que transforme mis mañanas, que haga de la rutina lo mejor de la vida, que me despierte con un "buenos días, princesa", que el día de San Valentín no me regale nada, pero que todos los demás días celebremos que nos queremos, con un beso, con una sonrisa... con cualquier cosa.
Quiero que me pregunten que si soy feliz, y poder responder que sí con satisfacción, sabiendo que nada podría quitarme lo más bonito que tengo.
¿Fechas? ¿Para qué? Nuestro amor no tendrá inicio ni final. Será algo que habrá que ir construyendo poco a poco, con esfuerzo y alguna que otra lágrima, pero con amor, mucho amor, con ganas de querer hacer un futuro, con miedo a soltarnos las manos alguna vez, con la intención de seguir así siempre, pase lo que pase.
Quiero alguien que me diga de qué color me pinto las uñas cada día, o cómo me arreglo el pelo. Quiero que me diga qué ropa me queda mejor, con qué sombra de ojos estoy más guapa. Alguien que se fije en el más mínimo detalle, que se dé cuenta de cuándo me corto las puntas, o de cuando tengo ojos tristes. Que me consuele sin palabras, tan sólo abrazándome muy fuerte, haciéndome ver que él estará ahí cuando la tormenta arrecie mi vida, cuando parezca que no hay sitio para la esperanza, allí estará él para sacarme del vendaval y llevarme a un lugar seguro.
Yo sólo quiero alguien que sepa quererme. Alguien que algún día pueda ir diciendo a sus amigos: "esa es la chica que yo más quise en el mundo."