Demasiado tiempo quizá.
Sin sentir, sin experimentar... sin rememorar lo que era tocar estas teclas para algo que no sea estrictamente necesario. Simplemente para expresar, o para intentarlo... para intentar decir escribiendo lo que con voz sigue sin salirme después de tanto tiempo.
Sigo en el límite. Entre lo que está bien y lo que creo que... está bien. Entre lo que me ha tirado siempre o lo que debería tirarme ahora. Entre la espada y la pared, con un hueco cada vez más estrecho para respirar.
Y me ahogo. Y no me escuchas. Y no puedes ayudarme.
Otra vez en el punto de partida.